Hace nueve años, la sensación de libertad evocada por el parkour impresionó a Joonas Purastie. Ahora, después de varios años practicando, el finlandés contempla su entorno con otros ojos. Los tejados, murallas y árboles de las urbes ofrecen una infinidad de posibilidades para moverse con creatividad: la idea del parkour es desplazarse por la ciudad de la manera más fluida y rápida posible, sin evitar acrobacias.
Los practicantes de parkour de todo el mundo son como parientes lejanos, cuenta Purastie, y en este sentido, la próxima reunión familiar tendrá lugar en junio en Madrid, cuando asista al festival urbano Mulafest, invitado por la asociación madrileña de parkour y por el Instituto Iberoamericano de Finlandia.
El parkour nació en los años 80 en Lisses, en los suburbios de París, desde donde se difundió poco a poco por todo el mundo. ¿Cómo empezaste con el parkour y cuánto tiempo lo llevas practicando? ¿Qué es lo que te fascina de esta disciplina?
Practico parkour desde hace nueve años. De niño era muy activo, subía a los arboles y salía de aventura por los bosques con mis amigos. Encontré la palabra parkour en Internet y vi unos vídeos. En uno de ellos, David Belle [el creador de parkour y actualmente uno de los practicantes más famosos] atravesaba su ciudad natal caminando, pero al mismo tiempo salvaba murallas, subía a los árboles y saltaba de un tejado a otro. Y todo esto lo hacía mientras hablaba de sí mismo. La sensación de libertad que evocaba el video me impresionó imborrablemente; en el parkour no existen reglas, ni momentos concretos para practicarlo, todo depende de uno mismo, ¡y esto me fascina!
El parkour suele describirse como el desplazamiento más efectivo posible. También la estética y la fluidez de los movimientos forman gran parte de esta disciplina. ¿Qué es para ti el parkour? ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de practicarlo?
Para mí, el parkour es una manera de pensar. Empecé a observar las cosas de una manera distinta y rutas no previstas, vi una infinidad de posibilidades a mí alrededor. Moverse de manera eficiente también significa moverse con fluidez, porque el movimiento continuo requiere menos energía y trabajo muscular. Cuándo el movimiento es fluido, también es estéticamente bonito, se quita lo que sobra y sólo queda lo necesario. [quote align=»center»] Se dice que el parkour parece sencillo, y a eso aspiramos. La manera de moverse de los animales resulta mucho más natural, y muchos movimientos del parkour los imitan. Lo eficaz es también menos arriesgado y la seguridad siempre se tiene en consideración.[/quote] Practicando se aprende conocer los propios límites y no se toman riesgos. Antes de saltar, uno se asegura de la estabilidad del punto de impulso y del aterrizaje, y claro, de las habilidades individuales. En situaciones complicadas siempre hay un amigo para ayudarte con este tema y a minimizar los riesgos, para que no se produzcan accidentes inútiles.
El parkour mejora muchas cualidades físicas, por lo menos en lo que respecta a agilidad, fuerza y equilibrio. Aparte de eso, ¿qué otras cosas te ha enseñado?
¡Espiritualidad y valores! Cuando estás al borde de un tejado y delante hay una caída de diez metros, aprendes a conocerte a ti mismo. Practicamos para hacer las cosas mejor, no para impresionar a la chica de al lado. He aprendido a concentrarme y a estar en el instante presente. También mi creatividad ha evolucionado, aprendiendo a darle la vuelta a los pensamientos y a mirar las cosas de distintas perspectivas.
Hoy día se practica parkour en todo el mundo. ¿Qué diferencias has notado en el parkour entre diferentes países? ¿Tiene el parkour finlandés una especialidad?
Los finlandeses son conocidos por su fuerza física. Como la mitad del año hay oscuridad y hace frío, muchos se entrenan en el gimnasio. Antes existían muchas diferencias entre los países, pero hoy ya casi no se notan. Las diferencias más grandes radican en las formas de practicar, no en la técnica, como ocurría antes. En unos lugares se concentran más en lo espectacular, como por ejemplo los saltos mortales, mientras que en otros lugares se valora más lo auténtico y se practican la continuidad y la pureza de los movimientos. De todas formas, muchos países tienen un estilo reconocible, influido seguramente por sus culturas.
Se puede practicar parkour solo o en compañía. ¿Es el parkour una disciplina social? ¿Qué te han ofrecido los encuentros con otros practicantes?
El mundo del parkour es como una familia. Viajar a otros países para encontrarse con los practicantes de parkour es como verse con unos parientes lejanos. Aunque no tengamos una lengua en común, siempre nos une el lenguaje del movimiento. Encontrarme con nuevas personas me abre nuevos horizontes y me da nuevas ideas para mi estilo. De mis viajes por Europa, por Asia y por el continente americano he obtenido muchos amigos y unos recuerdos que no cambiaría por nada del mundo.
Entrevista de publicación libre con permiso del Instituto Iberoamericano de Finlandia