Aki Kaurismäki: “El cine es uno de los últimos lugares donde ser libre”

Aki Kaurismäki 2El director de cine Aki Kaurismäki ha visitado España invitado por el Instituto Iberoamericano de Finlandia y el Museo Reina Sofía, para presentar una retrospectiva y hablar sobre su cine con el público…y con los periodistas.

“Cuando tengo entrevistas, la noche anterior no puedo dormir de la emoción y, claro, pierdo mi sueño regenerador”, bromea el realizador. Entre algunos sectores de la prensa, Aki Kaurismäki tiene fama de persona difícil de entrevistar, tal vez porque no comprenden su sentido del humor o porque buscan titulares, así que hemos querido reproducir aquí algunas de las opiniones sobre variados temas que el realizador finlandés ha vertido durante su encuentro con la prensa en Madrid. Las aderezamos con algunos de los temas que han aparecido en su filmografía.

Significado del cine (Música: Serenade, Harri Marstio)

Con el cine escapo de la vida cotidiana, como el resto de los espectadores. El cine es un cuento de hadas. ¿Es escapismo? Eso depende de qué película se vaya a ver. Si se va a ver Los olvidados o Las Hurdes, no. De todos modos, lo de escapismo es un concepto estrecho. A veces uno va al cine simplemente para poder estar solo. El cine es democrático, en su oscuridad todos son iguales. Por mi parte, si veo una buena película, por ejemplo Tokio Monogatari, me transformo en otra persona, vuelo. El cine es uno de los últimos lugares donde ser libre… si puedes permitirte comprar una entrada. Si uno tiene que decidir entre una entrada y comer, en mi juventud hubiera optado por una entrada, pero ahora no estoy tan seguro.

Cambio en los últimos años (Música: Älä kiiruda, Georg Ots)

En los últimos años he cambiado, sí, ahora peso más. No, en serio. Yo no he cambiado casi nada, pero el mundo sí. Por mi parte quiero morir con las botas puestas. Me gustaría que me recordaran como un hombre que no se vendió a sí mismo. Como persona ahora soy menos cínica que antes, pero mi optimismo se ha desvanecido completamente. Si se habla de la humanidad, no encuentro razones para el optimismo. Veo las noticias: Kiev, Siria, la destrucción de las selvas… Lo único positivo es que Finlandia ha ganado a Rusia en hockey sobre hielo. Pero soy optimista respecto al planeta, pues al final el planeta permanecerá cuando nosotros nos hayamos ido. Ojalá no quede sobreexplotado y muerto.

Películas optimistas (Música: Those were the Days, Leningrad cowboys)

En las películas no deseo compartir mi pesimismo. Quiero que la audiencia salga más feliz de lo que entró.

Retrospectivas de su cine (Música: Sateenkaaren tuolla puolen, Olavi Virta)

Está muy bien que me hagan retrospectivas, es mejor a que los filmes sean olvidados y no los vea nadie. Personalmente nunca veo mis películas después de hacer el visionado final. No deseo ver los errores. A veces, sin embargo, quizás sí veo el principio y el final, en ocasión de alguna charla. La verdad es que conozco mis películas de memoria, frame a frame, porque en la mayoría de los casos las he editado yo.

Clase obrera (Música: Oo aina ihminen, Taisto Wesslin)

En mis películas hablo de la clase obrera. Ellos son los que conozco. No conozco a los banqueros, ni ganas que tengo. ¿Qué diálogo iba a escribir en una película sobre ellos? Algo así como “¿Qué me voy a poner hoy para la fiesta? ¿Me quedan bien estos polvos con la corbata?”. Ellos no son poderosos, como se piensa, sino esclavos del dinero.

Cine politico (Música: Let´s work together, Leningrad Cowboys)

Los cineastas tienen la responsabilidad de hacer también películas para la sociedad. No creo en la teoría del arte por el arte, pero tampoco confío en los filmes políticos porque la audiencia los rechaza. Mi solución es esconder estas cuestiones en las películas. Lo mínimo es que en el cine influya en la realidad que nos rodea, pero los temas políticos no son razonables para el productor. Hay que meter los posibles mensajes en las películas de contrabando.

Los políticos (Música: Symphony No. 7, C major, Dmitri Šostakovitš)

Los políticos son muñecos del capital. Es difícil decir quienes no están corruptos, estimaría que el 50% son corruptos con certeza, el 30% tal vez y el 20% no.

Fases de una película (Música: Ennen kuolemaa, Olavi Virta)

Una de las cosas con las que realmente disfruto a la hora de hacer películas es con la edición de la música. Con la música puedes cambiarlo todo. Sin embargo todas las fases son importantes, pues puedes hacer una buena película y destrozarla con el montaje.

Actores (Música: Sä et kyyneltä nää, Olavi Virta)

Mis actores son profesionales. Los actores no son marionetas, son carne y sangre, pero no quiero que agiten las manos todo el tiempo como si fueran un molino de viento. La magia de la película está entre la cámara y la mirada del actor.

Películas que recuerda con cariño (Música: Muista minua, The Esquires)

Los olvidados, la película de Buñuel, y de las mías, quizá Agárrate el pañuelo, Tatiana (Pidä huivista kiinni, Tatjana), porque no tiene ningún sentido, lo improvisé todo por el camino. Contiene algunos recuerdos de los 60. La hice sin presupuesto, sin nada.

Descarga ilegal (Música: Kuihtuu kesäinen maa, Badding)

Todas mis películas se encuentran ya en Youtube, y por mi parte está bien. Sin embargo, bajarse películas no es muy amable, sobre todo desde el punto de vista de la producción, si éstas no se han estrenado previamente en la gran pantalla. En el mundo de la música, la cosa parece más grave. Ahora los músicos sólo ganan dinero con los conciertos.

Última película: El Havre y Cádiz (Música: Libero, Little Bob)

No pudimos rodar en Cádiz. Sus calles son muy estrechas, hubiéramos tenido que cortar el tráfico todo el tiempo y eso hubiera sido un horror logístico tanto para Cádiz como para nosotros. El Havre es una ciudad que fue bombardeada completamente durante la guerra, en los años 50 se ensancharon las calles y así resultó fácil rodar. Pero obviamente no se elige el lugar de rodaje sólo por el número de plazas de aparcamiento; el Havre es una ciudad que me gusta mucho, y Cádiz también.

El Havre: primera parte de una trilogía (Música: Kohtalon tuulet, Markus Allan)

Eso de que El Havre es la primera parte de una trilogía, eso es una mentirijilla. Bueno, veremos a ver qué pasa. En realidad aún no lo sé. Tendría que pensar. De momento me dedico a hacer leña, pesco…  Sobre mi próxima película no tengo ni la menor idea. Empezaré a pensar en otoño. Tengo que pensar en el personaje principal y en su situación, el resto va solo. Podría hacer un remake de Blood on the Moon (Sangre en la luna), pero, eso sí, me gustaría hacerlo en la localización original.

Ver cine (Música: Muistatko Monrepos’n, Annikki Tähti)

Las películas están hechas para verlas en un cine y desde que no tenemos, el único cine de mi pueblo lo han cerrado, pues ya no voy.

Hacer cine hoy (Música: Patética, Chaikovski)

Si quieres hacer una película, venga, toma una cámara y hazla. No llores. Ahora con los juguetes digitales se pueden filmar películas sin presupuesto. Yo siempre he sido libre para hacer lo que quiero, gracias a mi presupuesto modesto. Claro, que eso no significa que no haya trabajado por conseguirlo.

Cine en 3D (Música: Human Rights for Snakes, Melrose)

Ese cine no funcionaba ni en los años 50. No me interesa. Soy un hombre de dos dimensiones, excepto mi nariz.

Festivales (Música: Bluesia Pieksämäen asemalla, Juice Leskinen)

He tenido mi momento de alfombra roja, pero me gustan los festivales pequeños. Las películas no son caballos de carrera.

Finlandia (Música: Mi Buenos Aires querido, Carlos Gardel)

En mis primeras películas los personajes dejaban Finlandia, luego el país lo dejé yo y los personajes se quedaron. El único valor de mis películas se encontrará más tarde, en la documentación  física y psicológica de la Finlandia de esa época, más de 30 años. Es un país que durante mucho tiempo fue considerado satélite de Rusia. Medio eslavo, medio occidental. Nos gusta el rock ´n roll pero también somos melancólicos y bebemos vodka.

Cine mundial (Música: Cadillac, The Renegades)

Hollywood lleva mucho tiempo muerto, camina hacia el atardecer como una serpiente de cascabel a la que se le ha pegado un tiro en la cabeza, pero está muerto. Prácticamente ocurre lo mismo en el cine europeo también. El buen cine francés se ha evaporado, ahora hacen buenas películas por ejemplo en Rumanía bajo la dirección de Cristian Mungiu, y Víctor Erice y los hermanos Dardenne.

Adaptaciones de obras literarias (Música: Juha, Anssi Tikanmäki)

En una entrevista que le hizo FrançoisTruffaut, Hitchcock dijo que nunca haría una adaptación de Crimen y castigo, porque es demasiado difícil. Por aquel entonces yo tenía 22 años, era un joven osado y me atreví a llevar al cine esta obra. Pero cometí un terrible error, dejé fuera el humor. Al fin, Hitchcock tenía razón. En el caso de Hamlet, un amigo me dijo que iba a hacer Macbeth y me preguntó si yo se la producía, y pensé “Vaya, pues yo haré Hamlet”.  Es una película honesta con la obra original, y sorprendentemente resulta profética respecto a lo que ocurriría después en Finlandia, su colapso en los años 90.

Referencias en las películas (Música: Pour un seul amour, Damia)

No robo, sólo tomo prestadas esas referencias, con respeto. A mi grupo de rodaje les digo: Ahora Leone, ahora Kurosawa. Me entretengo a mí mismo con las citas. Me gusta una frase de Buñuel: “En mis películas no hay símbolos”. Y esa es la mejor mentira.

Amor pero no sexo (Música: Je bois, Serge Reggiani)

En mis películas hay amor pero no sexo, y es que eso es privado. Si el resto del mundo está concentrado en sexo, al menos hay un director que no. Lo mismo vale sobre el tema de la violencia.

Crisis mundial (Música: Pilvet karkaavat, niin minäkin, Rauli ”Badding” Somerjoki)

Alguien debería hacer algo, algo más que hablar. Empezar una rebelión o una revolución, una pacífica. Lo bueno de la crisis es que la gente está tan desesperada que se olvida de consumir, van al cine, hablan de las cosas. Los valores vuelven al orden, momentáneamente, para destruirse cuando llegue el nuevo período de auge.

Estos han sido algunos de los temas de conversación. Podríamos pasar todo el día escuchando a Aki Kaurismäki hablar del cine, pero tal vez sea hora de dejar que hablen sus películas.