Guillermo Ibáñez Barreiro es un joven fisioterapeuta de Zaragoza. Se graduó en 2008, y desde entonces ha trabajado en su profesión con gran éxito. ¿Y por qué le entrevistamos? Por qué Guillermo fue uno de los pocos fisios que decidió ampliar su formación conociendo los huesos finlandeses. En 2010 pasó un año en Finlandia trabajando como fisioterapeuta en la clínica Auron OMT de Helsinki, y para que nos hable sobre su experiencia en Finlandia, le hemos preguntado acerca de su trabajo, su vida en el país nórdico y las diferencias laborales entre España y Finlandia.
Guillermo, háblanos un poco sobre los motivos por los que fuiste a Finlandia a trabajar y a formarte.
Cuándo en 2008 acabe la carrera de Fisioterapia en mi universidad, en Madrid, empecé a cursar un máster en Terapia Manual Ortopédica (OMT), entre otras cosas. En uno de los cursos conocí a Markku Paatelma, profesor e instructor finlandés en la técnica OMT, uno de los mejores en su campo. Una vez acabados los estudios, mis ganas de saber más sobre esta técnica me llevaron a Helsinki en 2010, gracias a José Miguel Trigas y Markku. Finlandia, junto a Noruega y otros países de la UE, son pioneros en la técnica OMT.
¿Cómo es estudiar y trabajar en inglés?
Los dos primeros meses fueron difíciles debido a que mi nivel de inglés que era bajo, pero, poco a poco, gracias al esfuerzo y a la ayuda de mis compañeros de trabajo, cada día me fui encontrando más a gusto. Ya que el inglés de los finlandeses es “europeo” y el acento resulta fácil de entender, no tuve dificultades en comunicarme con ellos. Una vez controlado el inglés, probé a aprender a la lengua finlandesa, para entenderme con los pacientes que no hablaban inglés, aunque éstos eran una minoría. Sabía cosas muy básicas, como saludar, preguntar por las dolencias, la anatomía y cómo posicionar al paciente en la camilla.
¿Qué puedes decir sobre las diferencias en la vida laboral?
Una de las cosas que más me llamó la atención fue que existía una relación muy estrecha entre el fisioterapeuta y el médico del paciente. Si el fisio tenía alguna duda, la comunicación era más rápida y efectiva con su médico: traumatólogo, reumatólogo, neurólogo. La jornada laboral comenzaba a la misma hora que en España, sobre las 8:00h, pero lo que es acabar el día,… en España se tarda unas horitas más. Aquí la jornada se alarga hasta las 22:30h a diferencia de Finlandia, donde la jornada se acaba mucho antes.
Así que en España se puede acudir a un fisioterapeuta muy tarde. Eso es interesante para un finlandés. ¿Cuáles son, según tú experiencia, las dolencias más características de los finlandeses? ¿Y de los españoles?
Las dolencias en Finlandia vienen, en su mayoría, provocadas por la práctica de deportes de invierno como el esquí, el esquí de fondo, patinar etc. En España también existen esas dolencias porque también se practican los deportes de invierno, y estas lesiones son numerosas, pero debido a la diferencia de población, el porcentaje sería superior en Finlandia. Los típicos dolores serían los de rodilla, hombros y dolores lumbares. Como anécdota, en Finlandia existen unas dolencias diferentes a las de España, las causados a la hora de andar por la calle y provocadas por las caídas invernales. El hielo, je je, ya se sabe…
¿Existen técnicas diferentes entre España y Finlandia en cuanto a la fisioterapia?
La fisioterapia en Finlandia y España es parecida, siempre y cuando tu forma de trabajo sea igual en un país u otro. Unos ejemplos son la terapia manual, OMT, la osteopatía y la quiropraxia. Una de las técnicas que personalmente uso mucho es la punción seca, que funciona muy bien con las lesiones musculares y tendinosas, aunque en Finlandia esa técnica no se usa tanto como en España y los fisioterapeutas finlandeses no la pueden usar por las prestaciones de su país.
¿Te gustaría volver a Finlandia?
Mi experiencia en Finlandia la calificaría de increíble a nivel personal y profesional. Fue una época donde aprendí sobre la cultura finlandesa e hice buenos amigos. Mi intención era permanecer allí una temporada más, pero mi nivel de finés no era el adecuado, y el sistema sanitario no permite trabajar a gente que no hable la lengua finlandesa. De ahí mi vuelta a España a empezar mi vida laboral aquí. Eso sí, no descarto volver porque mantengo una estrecha relación con Finlandia. Es un país que, en general, me encanta. Además, me gusta mucho el invierno, así que volveré.
Entrevista de publicación libre con permiso del Instituto Iberoamericano de Finlandia