En Finlandia existe una fuerte tradición en la cultura de la ilustración. Unas ilustraciones coloridas, bonitas y lúdicas han corrido parejas al mundo real brindando alegría a los finlandeses generación tras generación. Aunque los ilustradores han trabajado en distintas épocas y desarrollado sus propios estilos característicos, algunos temas han permanecido en el corazón de la ilustración finlandesa. Aquí queremos presentar a cinco ilustradores finlandeses de diferentes períodos.
Martta Wendelin (1893-1986) tuvo su formación artística como alumna del famoso pintor finlandés de la época realista, Eero Järnefelt. El estilo de Wendelin cambió varias veces a lo largo de su carrera profesional, pero la representación narrativa de la feliz infancia se mantuvo en su arte a lo largo de toda su trayectoria. Wendelin es conocida por sus dibujos que representan el idilio de la vida rural, los dibujos en los que la variación estacional acompaña, como parte fundamental, la vida finlandesa. Además de portadas de libros y revistas, Wendelin realizó postales, sobre casi mil temas diferentes, y los postales de ambiente navideño aún se venden hoy en día.
Otro ilustrador significativo de la misma generación es Rudolf Koivu (1890-1946), cuya rica imaginación creó un mundo mágico que dejó una gran herencia en la ilustración finlandesa. Koivu era un artista quieto que vivía de su arte y concentraba toda su energía en ello, por eso nunca tuvo familia. Le encantaba jugar con los contornos, utilizar la combinación de la luz y la sombra, así crear mundos maravillosos llenos de color. Los idílicos dibujos navideños de Rudolf Koivu fueron publicados por varias revistas y su visión de la Navidad con los duendes y niños de mejillas sonrosadas ha contribuido a la idea de la navidad en Finlandia.
El representante de la siguiente generación artística, Pekka Vuori (1935-), ha ilustrado tanto libros infantiles y artículos para periódicos como la Constitución. A lo largo de su carrera profesional ha hecho un poco de todo, desde sellos filatélicos a pintura y es conocido especialmente por sus graciosas y originales ilustraciones que han sido publicadas, por ejemplo, en el diario más importante de Finlandia, Helsingin Sanomat. Los libros infantiles escritos e ilustrados por él han sido traducidos a varios idiomas, y el cuento Korvatunturi – Tarinoita Joulupukin valtakunnasta ha reforzado la idea de Laponia como hogar de Papá Noel. Pekka Vuori ha sido premiado muchas veces, recibiendo, entre otros, el Premio Nacional de Literatura de Finlandia en 1988.
El ilustrador y escritor vivo más famoso de libros infantiles en Finlandia es sin duda Mauri Kunnas (1950-). Sus obras han influido en la infancia de varias generaciones, para quienes la niñez no sería igual sin las simpáticas historias perrunas o el personaje del Señor Kánkel. Los cuentos navideños como La magia de Papá Noel, han cosechado éxito por todo el mundo: sus libros han visto la luz en 33 idiomas y en 36 países. La clave de su ilustración son los colores vivos así como los detalles ingeniosos y divertidos, cuya búsqueda en las páginas alegra tanto a los niños como a los adultos.
La pareja Aino Havukainen (1968-) y Sami Toivonen (1971-) es especialmente conocida por las populares historias infantiles de Tatu y Patu, unos enérgicos hermanos de Outola (algo así como Rarolandia) cuyas aventuras han conquistado los corazones de los niños finlandeses. Los ilustradores han creado a unos personajes con grandes cabezas y eternas muecas y la ilustración abigarrada y humorística que los acompaña a veces fracciona opiniones. Havukainen y Toivonen ilustraron también los libros de Ricky Rappy durante varios años. La pareja ha ganado, entre otros, el respetado premio nacional Finlandia Junior en 2007.
Durante los últimos años, Linda Bondestam (1977-), ha tenido éxito por sus personales ilustraciones y se ha convertido en una de las más notables ilustradoras de su generación. Bondestam combina diferentes estilos y métodos, con un resultado final lúdico, innovador y humorístico que recuerda a la imaginería de los años 60 y 70. Su ilustración ha decorado el libro Diktatorn (Dictador) del sueco Ulf Strak, varias historias infantiles de las famosísimas autoras Sinikka ja Tiina Nopola, y el libro Aimo ja Unto de Minna Lindeberg.
Las nuevas generaciones de ilustradores buscan su lugar en un mundo cambiante y lleno de estímulos, y el tema navideño ya no es su prioridad, pero en muchas de sus propuestas, bien en los trazos o en los tonos de color, se puede distinguir con frecuencia una pátina de nostalgia. Y mucho humor.