Entrevista a Pekka Tolonen: las culturas de empresa finlandesa y española se pueden complementar

Pekka TolonenEn esta ocasión entrevistamos al experto en negocios, Pekka Tolonen, quien lleva trabajando ya tres años como Consejero Comercial en el Centro de Comercio de Finlandia, Finpro Madrid, y nos habla de las diferencias y las similitudes entre las culturas de empresa española y finlandesa.  Finpro es una organización cuya tarea principal consiste en apoyar a las empresas finlandesas en su proceso de internacionalización y disminuir los riesgos relacionados con ella.

Vives en España desde hace años, ¿por qué decidiste trabajar aquí?
Tengo que dar las gracias a mi esposa por mudarnos a España. A ella la conocí en Noruega estando de expatriado en OECD (Organisation for Economic Cooperation and Development). Pasamos dos años entre Noruega y Londres hasta que decidimos que teníamos que establecernos en algún lado, y llegamos en España por deseo de los dos. Por suerte no me costó mucho encontrar un trabajo en España gracias a que en mi trabajo en la OECD había tenido la posibilidad de crear una red de contactos en la industria energética. Estuve trabajando cinco años en Enusa, una empresa encargada del diseño, la fabricación y el abastecimiento de combustible a centrales españolas e internacionales, y por entonces no tenía ningún tipo de conocimientos de la lengua española.

Has cursado un MBA en España, ¿por qué tomaste esa decisión? ¿Cómo influyó ese título en tu carrera?
Hice mi MBA en el Instituto de Empresa en Madrid por deseo propio. Elegí el IE porque, por ejemplo, el Financial Times lo colocaba como una de las mejores escuelas de negocios del mundo. Especialmente el Executive MBA constituye un título muy valorado en el mundo de los negocios. Quería realizar un formación complementaría porque llevaba un tiempo sintiendo un creciente deseo de aumentar mis conocimientos fuera del ámbito de la ingeniería. También estaba un poco preocupado porque pensaba que si me introducía demasiado en el mundo de la tecnología y de la ingeniería, acabaría entendiendo menos de otros negocios. En ese sentido, el MBA supuso una etapa muy importante para mí, en cuanto a crecimiento personal y profesional. Con el título aumentaron especialmente mis conocimientos y  tuve la posibilidad de crear una nueva red de contactos empresariales  y aumentar mi valor en el mercado. Aunque el máster es bastante caro y requiere mucho tiempo, merece la pena. Además de crecer como persona y como profesional también estoy muy satisfecho con las relaciones de amistad que se formaron en un ambiente tan intensivo.

¿Cómo describirías la cultura de empresa española? ¿Cuál es la diferencia entre la cultura de empresa finlandesa y la española?  
En mi opinión, las culturas de empresa finlandesa y española se llevan bien, pero por supuesto que existen algunas pequeñas diferencias entre ellas. En la cultura empresarial española es muy importante cuidar las relaciones internas, y esto se debe a que la jerarquía es más fuerte en España que en Finlandia. La opinión de los directivos se respeta más que la propia, y la opinión personal no se expresa tan directamente como en Finlandia. En este caso hablaría de una cierta sensibilidad; algunos pueden incluso pensar que la diferencia de opinión constituye una traición. Asimismo, he observado que en las empresas españolas se podría mejorar la capacidad para delegar y la motivación de los empleados, además de establecer metas bien definidas.  La cultura de empresa española posee sin embargo muchas y buenas características. Con frecuencia el trabajo en equipo es muy eficiente, especialmente cuando las relaciones internas funcionan bien, en cuyo caso la actividad puede incluso asemejarse a la de la dinámica familiar. Además, la comunicación entre las personas es excepcionalmente buena y  los españoles son muy hospitalarios y atentos. Por ejemplo, en las reuniones es normal servir algo, por ejemplo café, fruta o algo para picar, mientras que en estas situaciones, los finlandeses pueden parecer a veces un poco ogros. Además, en el tema de la comunicación, los finlandeses tenemos más que mejorar que los españoles. De todos modos, la cultura de empresa finlandesa y española encajan muy bien y entre ellas no se dan choques culturales. En ambas culturas se valora que la gente cumpla con su palabra, sea responsable, directa, experta y tenga una buena capacidad de comunicación. Se podría incluso decir que, en el mejor de los casos, estas dos culturas se complementan de maravilla.

Finpro está especializada en la internacionalización de empresas finlandesas, ¿cómo describirías este proceso en el caso de España?
Lo primero que se me ocurre es lo bien que se llevan estas dos culturas de empresa. Al comienzo, muchas veces ambas partes se sorprenden positivamente ante sus características. En general, a los empresarios españoles les llama la atención lo cerca que está Finlandia y lo moderna y europea que es. En cuanto a los empresarios finlandeses, se asombran de lo cualificados y a veces también modernos y europeos que son los españoles a la hora de hacer negocios. Con frecuencia veces también les sorprende el gran tamaño de España. En algunos sectores, España puede estar dividida en 17 diferentes áreas de actividad comercial, es decir, en comunidades autónomas. Estas áreas poseen algunas costumbres propias y hasta sus propias leyes, lo que puede complicar la introducción en el mercado si no se es consciente de sus desafíos. Así que, como es natural, un requisito para tener éxito en España es averiguar de antemano la situación del mercado. Tampoco se ha de olvidar la importancia de cuidar las relaciones personales. Esto último es especialmente importante  para las empresas finlandesas, que hoy en día crean primero relaciones comerciales en España en lugar de fundar filiales. Por lo tanto, es esencial fomentar las relaciones comerciales, porque el descuido en las mismas puede poner en peligro los negocios y al mismo tiempo complicar la creación de una red de contactos.  De todos modos, el proceso de internacionalización de la empresa depende de ella y de sus objetivos. En general, en el mercado español entran empresas finlandeses diversas, diversidad que sigue más o menos la radiografía de la exportación de Finlandia, es decir, desde el principio han estado presentes la industria forestal, electrónica y de taller mecánico, pero hoy en día la exportación se concentra más en negocios de comercio digital,  de sanidad y bienestar. No obstante, diría que resulta bastante sencillo entrar en el mercado español, pues  forma parte del mercado interior de la Unión Europea. El área del mercado de España es grande, una gran parte desarrollada y también moderna, con lo que no tendría que haber grandes problemas. Además, lo que facilita  la introducción en el mercado español es que aquí se valoran exactamente los conocimientos y valores que son importantes para los finlandeses, en otras palabras: el alto grado tecnológico y la seriedad y honestidad a la hora de hacer negocios.
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¿Qué tendría que saber la empresa finlandesa antes de entrar al mercado español?
Siempre es importante que una empresa se prepare antes de salir al mercado, en el caso de España también. Lo que estas investigaciones previas contengan depende del sector, de la empresa y de los objetivos. Las empresas que quieren entrar en nuevos mercados poseen ciertas razones y suposiciones acerca de su público objetivo, por ejemplo si existe un nicho de mercado para su producto, cuál es el nivel de precios o el tamaño de la demanda. Es importante meditar y comprobar los valores antes de entrar en un mercado, es decir, asegurarse de que las presuposiciones son correctas. Además, hay que considerar con qué modelo introducirse en un mercado extranjero, es decir, si se construye una estructura propia o si por el contrario se prefieren las relaciones de cooperación.  También resulta fundamental seleccionar la ubicación correcta e  investigar cuidadosamente cuál es el cliente objetivo de la empresa y cuáles sus necesidades. Asimismo es esencial pensar en la utilidad creada para el cliente, o sea en el valor de la utilidad de la empresa en las circunstancias del mercado. No siempre se pueden encontrar respuestas ya listas, pero al hacer los deberes lo fundamental es reconocer las preguntas más importantes y luego encontrar de alguna manera las respuestas.
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¿Te han causado las diferencias culturales algún tipo de desafío o simpáticos malentendidos durante tu estancia en España?
Hasta ahora el trabajo en España ha estado poblado de desafíos positivos. Los últimos tres años aquí en Finpro han sido interesantes y muy productivos. He aprendido muchas cosas nuevas y me he desarrollado profesionalmente. Siempre me he llevado muy bien en las situaciones sociales así que no he tenido ningún tipo de problema en adaptarme en España, como tampoco he tenido problemas en otros países. Quizá lo único a lo que me costó acostumbrarme cuando llegue a España hace diez años fue a expresar mis opiniones. Aquí es más importante meditar cómo expresar las ideas y diferencias de opinión que en Finlandia, o si expresarlas. Muchas veces sentía que hubiera sido mejor permanecer callado o por lo menos intentar manifestar mis ideas con más suavidad, pero sí es cierto  me han disculpado muchas cosas por ser extranjero, tanto en los negocios como en la vida privada. Las diferencias culturales se acentúan en cuanto hablamos de la tolerancia al silencio. Los finlandeses no experimentan el silencio de una manera tan angustiosa como los españoles, para quienes un silencio de un par de minutos puede ponerles de los nervios. Por eso es importante dominar la conversación informal, tanto en vida privada como en los negocios. En general, no me he encontrado con desafíos u obstáculos tan grandes de los que no hubiera podido salir adelante. Al principio de mi estancia aquí me ocurrieron algunas anécdotas divertidas con el idioma pero nada tan serio. En resumen, puedo sentirme orgulloso de ser finlandés en España y en Finlandia, de mi carácter español.
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Entrevista de publicación libre con permiso del Instituto Iberoamericano de Finlandia