La artista visual Leonor Ruiz Dubrovin es un ejemplo de orígenes multiculturales, de vivir, estudiar y trabajar en media docena de países europeos. El hilo conductor de su obra es el revelador concepto de la presencia de la ausencia. Durante su residencia artística en Madrid ha preparado la mayoría de los trabajos que conforman la exposición virtual Punto de encuentro, que gira en torno a la identidad y se puede ver en la página del Instituto Iberoamericano de Finlandia.
¿Cómo se refleja la multiculturalidad de tus orígenes en tu trabajo artístico?
Mi madre es de Helsinki, de origen sueco-finlandés y ruso. Mi padre es de Madrid. Yo nací en Madrid, pero me crie en Santiago de Compostela, donde cursé el Bachillerato artístico. A los diecinueve años decidí aventurarme en busca de mis raíces y me mudé a Helsinki. Lo que iba a durar un año se alargó en dos décadas. Allí estudié y me gradué en la Academia de Bellas Artes de Helsinki. He tenido la suerte de convivir y crecer con estas dos culturas toda mi vida y creo que, de alguna forma u otra, esto ha influido a la hora de expandir mi perspectiva como persona y artista.
¿Tiene algo que ver con la búsqueda de la identidad de la que tratan algunos de tus trabajos?
Mi trabajo gira en torno a diversos conceptos y dilemas existenciales que me preocupan. Algunas de mis obras, por ejemplo Self, Persona o Dramatis personae, conceptualizan la identidad como una acción representada para una audiencia. Una identidad que se percibe no sólo como algo derivado del interior, sino también como el desempeño de un conjunto de comportamientos impuestos y ejecutados externamente. Los personajes son personificados como artistas que proyectan imágenes particulares de sí mismos a su público. Estos trabajos comentan sobre la presión social de los días actuales y el juego de roles que la sociedad adopta para obtener lo que buscan de los demás; la batalla constante con la que lidiamos para cumplir con un estándar esperado a la vez que tratamos de preservar nuestra propia identidad.
¿Cómo es ser artista en Finlandia?
En Finlandia se le da mucha importancia al arte y por lo tanto hay bastantes ayudas y posibilidades para ejercer como tal. Pero Finlandia es un país pequeño donde existe mucha competencia y hay que mantenerse firme. De todas formas, cualquiera que pretenda vivir del arte sabe que, más tarde o más temprano, te das de bruces con la realidad. Es un choque obligado y todo depende de la actitud con la que lo afrontas. Hay que mezclar la fe en lo que uno hace con una buena dosis de fuerza y confianza en uno mismo.
¿Qué te ha aportado la residencia en Madrid? ¿Has realizado residencias en otros países?
He participado en diversas residencias para artistas a lo largo de los años: Alemania, Italia, Grecia, Hungría y Francia. Pero me atrevería a decir que he sacado especial provecho a la residencia The Hug en Madrid. Ya sea por su taller, que he aprovechado al máximo, pero especialmente gracias al colectivo que lo forma, que ha sido muy activo y participativo desde el comienzo del período de residencia. Estoy enormemente agradecida por haber tenido la oportunidad de trabajar en esta residencia y cooperar con ellos.
Alguna vez has dicho que la destrucción es una parte fundamental de la creación de algo nuevo, ¿qué significa para ti esa destrucción?
El hilo conductor que, de alguna forma, une mi obra desde los comienzos de mi practica artística es el concepto de la presencia de la ausencia. A medida que mi enfoque artístico se ha expandido y tomado diversas formas, la anulación de la figura y la materia ha permanecido. Es algo intrínseco y siempre presente en mi trabajo. Me atrevería a decir que la ocultación como gesto es más importante que el cuerpo o elemento en sí mismo.
¿Qué es Punto de encuentro?
La exposición Punto de Encuentro es una extensión de los conceptos explorados en mi exposición individual Soirée, que tuvo lugar en la Galería Elverket (Fundación Pro Artibus) durante la primavera de 2019, en Finlandia. Esta exposición fue comisariada por el crítico de arte Juha-Heikki Tihinen. Lo más curioso, o quizás lo más extraño, es que el título de la propuesta presentada para el Instituto Iberoamericano de Finlandia ya estaba decidido un mes antes del estado de alarma y la consecuente cuarentena. Una especie de premonición.
Las obras que forman esta muestra giran en torno a las relaciones interpersonales. Cada obra es una declaración psicológica, metafórica e irónica de “nuestra” capacidad de relacionarnos en sociedad y de cómo nos posicionamos ante una audiencia. El trasfondo de este cuerpo de trabajo refleja mi interés de larga data en representar diversas identidades y reflexionar sobre la autenticidad, la experiencia de la realidad, la transitoriedad, el cambio, la transformación… La multiplicidad que se puede apreciar en este cuerpo de trabajo está en directa relación con el tema. Mi propósito es que el proceso de trabajo resultante produzca totalidades integradas que sean simultáneamente cohesivas, pero intencionalmente eclécticas. Para mí es más importante capturar en un cuadro la esencia de un momento, un instante, en lugar de la descripción o narración de un evento.
¿Qué te ha parecido tener una exposición virtual? ¿Qué aporta al lenguaje expositivo la virtualidad? ¿Qué quita?
Creo que una exposición virtual es una forma interesante de ofrecer a los espectadores la posibilidad de centrarse en cada trabajo con más detalle, de ahondar más en profundidad sobre el significado de cada obra y de crear una secuencia narrativa a la cual el espectador puede retornar cuantas veces quiera. Pero el aspecto negativo que encuentro en una exposición virtual es la imposibilidad de jugar con el espacio físico. Para mí es importante producir un dialogo entre obra y espacio a fin de que el espectador tenga la oportunidad de ser transportado a través de diversas escenas y vistas. Los diversos cambios de tiempo y sensaciones que pretendo crear para cada instalación son parte de la experiencia expositiva. Mi intención es que el espectador camine por el escenario, explore pistas visuales y termine siendo parte de la historia.
¿Alguna de las obras que aparece en Punto de encuentro ha sido creada durante la residencia? Si es así, cuál y qué te ha inspirado o cómo ha sido el proceso.
Casi todas las obras han sido creadas durante mi estadía en la residencia The Hug en Madrid: Homo economicus, Homo sociologicus, Dramatis Personae, Kit de supervivencia, Pecadores, Realidad suspendida, Testigo I, Estratagema, Alter Ego, El yo fragmentado, Espacio vital, Testigo II. Algunas de las obras creadas en la residencia fueron realizadas después de la declaración del estado de alarma y su consecuente cuarentena. La sensación de aislamiento e introspección que experimenté durante esos días me inspiraron para crear varias de las obras producidas durante este período. Aprovechando el formato expositivo virtual decidí añadir varias obras más antiguas que se adecuaban al contexto narrativo para reforzar el impacto emocional de la exposición
¿Cómo han sido creativamente las semanas de confinamiento por la crisis sanitaria de la covid-19?
Este periodo de confinamiento ha sido intenso y realmente productivo, hacer arte se ha convertido en un motor de supervivencia. El arte me ha mantenido alejada de pensamientos derrotistas y negativos. He mantenido una disciplina muy rigurosa para poder mantener el buen espíritu. Una etapa de auto reflexión, introspección y creación. Pero he de decir que me siento privilegiada de haber podido pasar la cuarentena en la residencia The Hug, ya que he podido seguir trabajando y perfeccionando mi técnica y avanzar en mis proyectos sin la pausa impuesta que ha provocado para muchos esta crisis sanitaria.
¿Qué proyectos tienes para el futuro?
Tengo dos exposiciones individuales programadas. Si todo marcha según lo previsto se celebrarán en Santander, en la galería Espacio Alexandra, en septiembre de 2020; y en la galería Huuto de Helsinki en abril de 2021.
¿Algo que añadir?
Quiero agradecer al Instituto Iberoamericano de Finlandia y al colectivo The Hug toda la ayuda y el apoyo ofrecido y por hacer posible esta exposición.
Esta entrevista es de libre difusión con la mención del copyright del Instituto Iberoamericano de Finlandia.