La pianista finlandesa Laura Mikkola empezó a tocar a la edad de cuatro años. Actualmente, posee una enorme experiencia pedagógica y concertística, y su extenso repertorio incluye hasta 61 conciertos para piano. La explicación para eso es obvia: esta artista no sabría vivir sin música.
¿Has dado con anterioridad conciertos o enseñado en España? ¿Qué métodos empleas a la hora de enseñar?
He dado conciertos en España, por ejemplo en las Islas Canarias, como solista de la orquesta municipal de Helsinki. El entonces director de orquesta era Leif Segerstam, y yo presenté un concierto de E. Grieg. No he enseñado en España, pero sí en Alemania, Ucrania, Túnez, Sudáfrica, Japón, China y Finlandia. En mi enseñanza, me concentro en la calidad del sonido, y en las grandes líneas y estructuras de obras.
¿A qué edad empezaste a tocar el piano? ¿Todavía te acuerdas de cuál fue la primera obra o pieza que aprendiste a tocar?
Empecé a tocar el piano a la edad de cuatro años. Mi madre es pianista, y como en casa había un maravilloso piano de cola de Steinway, era natural que yo también deseara aprender a tocar. Siempre me ha encantado la música. Creo que la primera pieza que toqué fue Campanita del lugar, y en la primera actuación, cuando tenía cinco años, interpreté el Minueto en G mayor de J.S. Bach, Mikrokosmos de B. Bartók, y El campesino alegre de Robert Schumann.
Posees una enorme experiencia concertística. ¿Te sigues poniendo nerviosa?
Doy muchos conciertos, desde el año 1990, y tengo un repertorio extenso, que incluye hasta 61 conciertos para piano. Siempre me pongo nerviosa antes de una representación, ¡y el día del concierto jamás bebo café!
[quote align=»left»] Un buen músico posee gran talento musical, una visión original de la obra, pulso de ritmo, y estilo y, por lo demás, sabe adentrarse en una obra, quiere interpretarla.[/quote]
¿Cómo se puede identificar una obra buena, en qué consiste?
Tanto el oyente como el músico disfrutan de una buena pieza musical. Es atemporal y siempre incluye algo novedoso. Por todas partes se interpretan obras de J.S. Bach, Beethoven, Mozart, J. Brahms y de otros compositores, y siempre son actuales.
En tu opinión, ¿cómo puede reflejar la música una cultura?
Todas las artes se apoyan la una a la otra. Por ejemplo, Claude Debussy, inspirado por las pinturas impresionistas, compuso obras magníficas, como por ejemplo L’Isle joyeuse, que recibió influencias de un cuadro de Antoine Watteau. En Finlandia, Jean Sibelius veía regularmente a Eino Leino, a Robert Kajanus, a Akseli Gallen-Kallela y a Toivo Kuula. En Francia, Maurice Ravel, Claude Debussy y Claude Monet, y en Rusia, Fjodor Dostojevsky, Nikolai Rimsky-Kórsakov y Modest Mussorgsky se conocían entre sí.