Marta Velázquez Gil es una investigadora y psicóloga con un interés especial en comprender cómo los individuos superan adversidades significativas y siguen adelante a través de desafíos mayores de lo normal. El Instituto Iberoamericano de Finlandia la ha entrevistado con motivo de su investigación sobre el concepto finlandés de “sisu”.
¿De qué trata tu investigación?
Mi trabajo final de máster se enmarca en el Máster en Metodología de las Ciencias del Comportamiento y de la Salud de la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Es un trabajo realizado junto con mi tutor, Jesús Alvarado, y en colaboración con los investigadores Ilmari Määttänen y Pentti Henttonen de la Universidad de Helsinki. El trabajo trata de la adaptación y validación de un cuestionario sobre sisu al español. Sisu es un término finlandés con más de 500 años de antigüedad y que, según Elisabet Lahti, su investigadora pionera, se define como la capacidad que nos permite superar las propias limitaciones preconcebidas accediendo a reservas profundas de energía almacenadas. Sisu es una reserva de energía a la que accedemos cuando sentimos que hemos alcanzado el final de nuestras capacidades físicas o mentales. El cuestionario mide tanto el sisu beneficioso como el sisu nocivo. El sisu beneficioso es la mezcla armoniosa entre el poder y el amor, y está ligado a la autocompasión y la sabiduría. Por su parte, el sisu nocivo se refiere al daño que nos hacemos a nosotros mismos y a quienes nos rodean como resultado de desconectarnos de las demás personas y cegarnos por nuestro propio sisu y objetivos personales.
¿Cómo llegaste a estudiar el concepto finlandés de sisu?
La primera vez que escuché hablar sobre sisu fue en un congreso mundial en Los Ángeles, California, hace ya 12 años. Allí, tuve la suerte de asistir a la primera ponencia que dio Elisabet Lahti sobre su investigación sobre sisu y, desde ese momento, la idea de estudiarlo me ha acompañado hasta hoy. Elegí este tema desde un sentido de propósito: Muchas de nosotras forjamos sentido a raíz de experiencias adversas y yo no soy una excepción. De acuerdo con la lingüista Anna Wierzbicka, aunque el español no tenga una palabra que designe el fenómeno concreto del sisu, es posible que una persona lo pueda reconocer como algo que ha experimentado previamente.
Sisu no tiene una traducción directa: ¿Cómo lo definirías brevemente?
Sisu es un fuego interno que se enciende cuando no nos queda nada. Es aferrarse a la esperanza y luchar contra todo pronóstico. La fuerza vital que nos permite transcender los límites de nuestra perseverancia ordinaria y adentrarnos en lo desconocido. Su equivalente en español sería determinación, pero una determinación extraordinaria. Sisu aparece en situaciones donde nuestros recursos superficiales se agotan, es entonces cuando accedemos a una reserva de energía que no es únicamente mental como la determinación sino también somática o corporal.
¿Qué ha sido lo más sorprendente en los resultados de tu investigación?
Uno de los resultados más sorprendentes fue que tanto el sisu beneficioso como el sisu nocivo resultan ser dos elementos independientes. Esto significa que puedes tener mucho de uno y poco de otro, mucho de los dos o poco de los dos. Aunque son elementos independientes, tienen un elemento en común: el daño a la razón. Se define como la incapacidad de pensar con lógica y utilizar estrategias cognitivas constructivas para garantizar un resultado satisfactorio. El sisu beneficioso se relaciona negativamente con el daño a la razón, mientras que sisu nocivo se relaciona positivamente. Esto significa que sisu beneficioso implica actuar racionalmente frente a la adversidad y tiene en cuenta los recursos y los riesgos de nuestras actuaciones, mientras que sisu nocivo está relacionado con el comportamiento y la toma de decisiones irracionales. Un ejemplo sería cuando una atleta se lesiona y continúa entrenando antes de haberse recuperado. La atleta está afrontando un desafío, pero está poniendo en riesgo su salud. Una persona con sisu beneficioso afronta los desafíos y la adversidad poniendo su autocuidado en primer lugar. Sisu beneficioso pone atención no solo en lo que hacemos sino en cómo lo hacemos.
¿Por qué consideras importante estudiar el sisu?
Su estudio ha permitido articular en un lenguaje accesible un fenómeno que hasta ahora no había sido descrito dentro del campo de la fortaleza mental y la perseverancia. Estudiar el sisu puede ayudar a esclarecer aquellos factores determinantes de la resiliencia y contribuir al florecimiento humano de individuos y sociedades.
Al estudiar el sisu, ¿has aprendido algo sobre la cultura finlandesa o sobre su forma de ver el mundo? ¿Has aprendido algo nuevo sobre tu propio país?
He aprendido que en Finlandia el sisu es considerado una filosofía de vida que ha impactado la vida de generaciones de personas y que a menudo está asociado con la honestidad, la integridad y la autenticidad. Este trabajo me ha “entrenado” para identificar el sisu en personas de mi entorno. Un ejemplo de ello es mi amiga Rosalba, que lucha por sacar adelante a sus dos hijos, uno de ellos con discapacidad, mientras saca adelante su tesis doctoral. Sisu se refiere a quienes perseveran contra escasas probabilidades. Sisu también puede verse reflejado en quienes se levantan contra la injusticia y luchan por derechos básicos como la educación y la sanidad públicas. En España, la lucha colectiva impulsa el cambio y muestra que superar la adversidad muchas veces va acompañado de colaboración. El sisu está dentro de cada persona, pero acceder plenamente a esta capacidad depende, en parte, de comprender nuestra interdependencia con los demás.
¿Cuáles son los próximos pasos para el futuro? ¡
Mi deseo es introducir el sisu dentro del discurso científico en España y también fuera de sus fronteras. Ahora estoy en una fase de generar ideas para la próxima investigación, que probablemente se enmarque en un programa de doctorado. Creo que necesitamos abordar el potencial humano con seriedad y rigor, dejando que la evidencia científica guíe este debate. Estudiar profundamente el sisu exige múltiples perspectivas, ya que, como cualquier capacidad psicológica, es el resultado de la interacción entre factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales. Mi interés personal está en ayudar a aliviar el sufrimiento de todas aquellas personas supervivientes de cualquier tipo de trauma, especialmente de la violencia sexual, así como empoderar a los colectivos sociales que más dificultades enfrentan en nuestra sociedad, como las mujeres, las personas LGTBIQ+, las personas con discapacidad, las minorías étnicas y las personas migrantes, entre otros. El sisu, aunque es una palabra de cuatro letras, aparentemente modesta, guarda un gran potencial en su interior. La introducción de sisu dentro de la academia en psicología arroja una luz en un rincón hasta ahora oscuro de nuestra comprensión. La utilidad de todo este trabajo se verá a través de futuras investigaciones y a través del impacto que tenga en la vida de las personas durante los próximos años.