Entrevistamos al renombrado director de orquesta finlandés Jukka-Pekka Saraste, que reflexiona sobre la importancia de Jean Sibelius como símbolo cultural y musical de su país, señalando cómo la obra de Sibelius resuena de maneras distintas en contextos internacionales y genera respuestas profundas en públicos lejanos. Además, el director comparte su interés en la música contemporánea española, destacando compositores y el intercambio cultural que ha enriquecido tanto a Finlandia como a España a través de sus músicos. Jukka-Pekka Saraste dirige a la Orquesta Filarmónica de Helsinki, que visita varios auditorios españoles en 2024 con un programa que entrelaza a Rachmáninov y a Sibelius, y explora así la cercanía y la distancia entre Finlandia y Rusia.
Finlandia cuenta con excelentes directores y directoras de orquesta, de renombre internacional. ¿A qué cree que se debe?
Esta es una pregunta a la que suelo responder a menudo y siempre he de preguntarme yo mismo por qué. Creo que Finlandia tiene tradición en el tipo de cualidades, talentos y dones que se requieren en un director de orquesta. La educación finlandesa ha sabido seleccionar el talento adecuado de esta manera. Me parece que la diferencia es grande en comparación con otros lugares de enseñanza o tradiciones.
¿Qué significa Sibelius para usted como director de orquesta finlandés?
Buena pregunta, porque a la hora de dirigir otro tipo de música en el extranjero siempre he de pensar en la importancia de Sibelius en comparación con sus coetáneos. A Sibelius, por ejemplo, le habría gustado estudiar con Bruckner, pero llegó demasiado tarde. Creo que hay que comparar a Sibelius con el resto de música cuando se dirige en el extranjero, pues en Finlandia su posición es obvia.
En otros países hay que comparar a Sibelius con todos los grandes en general, y la música de Sibelius es en algunos aspectos muy original respecto a la de sus contemporáneos. No siguió las mismas reglas de perfección que se aceptaban en la época, y por eso su música es original. En algunos lugares resulta más accesible que en otros, y las orquestas tienen distintos enfoques musicales según cuánto hayan tocado a Sibelius.
La semana pasada, por poner un ejemplo, dirigí una famosa orquesta que llevaba 34 años sin tocar la Cuarta Sinfonía de Sibelius. En estos lugares, la música tarda un tiempo en abrirse, pero la gente está muy interesada en Sibelius y en su lenguaje. En todo el mundo, incluso en Asia y en países donde no se ha tocado mucho su obra.
Supongo que yo lo miro un poco desde fuera, ya que he vivido 18 años en el extranjero, pero creo que tengo una visión bastante objetiva de Sibelius como compositor, y por eso comparo su música con el resto de la música que dirijo. No obstante, he de decir que hay ciertos valores y cualidades en ella que siempre me fascinan. Es el tipo de originalidad y profundidad que encierra. Su lenguaje musical. Hay algo en él que es auténticamente finlandés, y sin embargo muy universal. Algunas cosas locales pueden ciertamente llegar a ser muy universales. Permítanme darles un ejemplo de la Cuarta Sinfonía de Sibelius, que ejecuté con la Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa en Taiwán, en la época de los asesinatos de la Plaza de Tiananmen en China. La interpretación de la Cuarta Sinfonía de Sibelius fue quizás la más impactante para el público, y nadie sabe por qué, ya que la mayoría probablemente nunca había escuchado la Cuarta Sinfonía. Pero hay algo en ella que, de algún modo, atrae sin necesidad de ser explicado. De alguna manera, la gente necesitaba ese tipo de experiencia durante aquellos acontecimientos políticos.
¿Ha dirigido alguna vez música compuesta por compositores españoles, portugueses o latinoamericanos?
Sí, y varias veces, además, pero desde luego lo que más me interesa en este momento son los compositores españoles contemporáneos. Por ejemplo, en nuestro festival tenemos la visita de Francisco Coll, un compositor contemporáneo de primera línea. Por supuesto, también he dirigido música de Villa Lobos y de compositores consagrados a lo largo de los años, pero me interesa la música española contemporánea y la forma española de escribir música. También hay un número considerable de músicos españoles en diversas orquestas de Finlandia. Creo que hay un grupo especialmente numeroso de personas de otros lugares que son precisamente de origen español. En Finlandia tenemos esta especie de intercambio, donde músicos españoles vienen a Finlandia a estudiar. Luego han solicitado una plaza en una orquesta y la han conseguido. De España proceden buenos músicos que son excelentes intérpretes.
¿Ha notado alguna diferencia en la recepción de la música finlandesa por parte de los distintos públicos nacionales?
La música finlandesa es ciertamente muy diversa y hay de todo, pero Sibelius, por ejemplo, es ya tan universal que despierta interés independientemente de la obra de que se trate. En general, diría que con Sibelius ya no hay problema de recepción en ningún lugar del mundo. He tenido muchas experiencias buenas, maravillosas, actuando en España. Siempre me ha gustado el público español, que reacciona de forma muy espontánea y entusiasta y aplaude las cosas que han salido bien. Esta gira nuestra me hace mucha ilusión.
Agradecemos a la mediación de La Filarmônica, entidad organizadora del concierto en Madrid, a la hora de realizar esta entrevista.
Foto: Felix Broede