Hanna Moisala es una artista de circo contemporáneo originaria de Oulu, cuya especialidad es el funambulismo, aunque su trabajo integra diversas disciplinas circenses y formas de arte. Su arte se caracteriza por la experimentación y el deseo de crear algo nunca visto. Para Moisala, el circo es un lenguaje internacional, pero la conexión con lo local es fundamental para comprender diferentes culturas. Su carrera ha estado marcada por la movilidad, ya que ha trabajado y presentado sus obras en diversas partes de Finlandia, Inglaterra y, más recientemente, en España y ahora en Portugal. En esta entrevista, nos habla sobre su inspiración y la importancia de la internacionalización.
Cuéntanos sobre su trabajo y qué te inspira.
Era joven, tenía 11 años, cuando comenzó mi interés por el circo. Sirkus Finlandia llegaba cada año prácticamente a nuestro patio trasero en Oulu, lo que me introdujo en el mundo del circo a través de la observación y el contacto directo con el trabajo circense. Sin embargo, mi familia no me permitió unirme al circo. Fue más adelante cuando empecé a practicar circo profesionalmente y a estudiarlo en la Politécnica de Turku y en el programa de maestría del Centro Nacional de Artes Circenses de Londres (Nacional Center for Circus Arts).
Encuentro inspiración en la libertad inherente al circo. Es una forma de arte muy móvil, una ventaja de la que se puede disfrutar. Mi inspiración varía de un lugar a otro y puedo buscarla en la literatura, artes visuales, experiencias personales o en algún tema en específico.
El circo contemporáneo me da la posibilidad de fusionar diferentes disciplinas circenses y artísticas en mis obras. En Portugal, estoy trabajando en una obra llamada Phloem, que combina circo contemporáneo, arte gastronómico, música y arte lumínico. La obra tiene un énfasis especial en los troncos de árboles y, en particular, en el kelo, un tipo de madera muerta que se caracteriza por su envejecimiento natural. La palabra finlandesa nila, que da origen al nombre Phloem, se refiere a una parte del tronco que tradicionalmente se ha utilizado en la elaboración del pan conocido como pettuleipä. Esta conexión introduce la gastronomía en la obra, abriendo un sinfín de posibilidades sobre su resultado final.
¿Qué te ha llevado al mundo lusohispánico?
Creo que el circo derriba las fronteras entre países. Anteriormente, estuve en Terrassa (Cataluña) trabajando en la obra Phloem en un pequeño centro de residencia artística. Cuando Santa Maria da Feira, una Ciudad de la Gastronomía reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Portugal, abrió una convocatoria para la producción del festival Imaginarius y mostró interés en colaborar con el arte gastronómico y el circo contemporáneo, encontré mi camino hacia Portugal. La creación de redes y el apoyo de diferentes instituciones han sido fundamentales en este proceso.
¿Cómo valoras la colaboración entre Finlandia y Portugal y, en general, la cooperación internacional en tu arte?
La cooperación internacional es crucial, ya que permite conocer a personas en el lugar y aprender unos de otros. Trabajar con los locales permite la fusión de elementos culturales y el aprendizaje de diferencias culturales, algo que es interesante, y sobre de todo, esencial para la creación artística. Por ejemplo, el conocimiento de los recursos naturales es específico de cada país, y sin el conocimiento local y la consulta con los portugueses, no podría entender el entorno nutritivo portugués. Siendo finlandesa conozco bien los arándanos, las hierbas y las hojas de diente de león.
La cooperación internacional tiene un valor incalculable. No siempre es fácil, pero es fundamental construir relaciones a largo plazo, ya que pueden abrir nuevas oportunidades. Por ejemplo, los contactos con el Instituto Iberoamericano de Finlandia facilitan la futura colaboración con instituciones y profesionales en España, y me apoyan en mi viaje a Portugal. Sin internacionalidad, no podríamos intercambiar conocimientos culturales ni ver obras diferentes. Lo local es importante, pero la diversidad cultural es una riqueza.
Eres originaria de Oulu, ¿se refleja la identidad del norte de Finlandia en tu trabajo?
Al principio no lo pensaba, pero con el tiempo he notado que mis obras tienden a abordar temas de peso y no temo tratar cuestiones actuales. Mis obras tienen un tono oscuro y desafían al público de maneras inesperadas. Esto puede ser un rasgo común en el circo contemporáneo del norte de Finlandia y, en general, en el circo finlandés. El circo finlandés es conocido en todo el mundo por su valentía, su humor negro y por la locura que está siempre presente en su creación – sin olvidar el concepto de sisu finlandés, un sentimiento de determinación y resistencia, presente en muchas obras circenses finlandeses. Los artistas circenses finlandeses son percibidos como fiables y trabajadores. Sin embargo, en Finlandia hay pocas oportunidades para realizar su carrera, por lo que la mayoría de los artistas trabajan en el extranjero.
En Phloem, hay una estética familiar que podría estar influenciada por el norte de Finlandia. La imagen del kelo y los paisajes finlandeses están grabados en mi memoria, y siempre puedo evocarlos sin dificultad.
En general, creo que el circo es un lenguaje internacional. Desde su historia, el circo ha reunido a artistas de distintos países y ha incorporado múltiples lenguas. Sin embargo, hay diferencias entre culturas en la forma de hacer el arte.
¿Cómo ha sido la recepción de tu circo contemporáneo?
El circo contemporáneo es algo nuevo para muchas personas y difícil de describir. Para esto utilizo como metáfora mi obra WireDO (2016), que presenté en el Festival de Valladolid, España. En ella, fusioné el arte japonés del shibari con el funambulismo, dos disciplinas que nunca se habían combinado. La obra tuvo una recepción buena precisamente por su innovación y originalidad.
Con Phloem, busco esa misma sensación de novedad, ya que la conexión entre el funambulismo y los troncos de árbol no se ha explorado antes. Además, el kelo es un elemento característico del paisaje finlandés, por lo que este tipo de troncos no existe en Portugal. ¡Por eso tengo un montón de troncos y mi cuerda en mi furgoneta!
La experimentación es una parte inherente del circo contemporáneo. Por eso, quiero animar a la gente a que vaya a ver una obra sin saber nada de antemano. El circo contemporáneo puede ofrecer una experiencia artística completamente nueva. Esta disciplina permite fusionar distintas formas de arte según la visión de cada artista. ¡Animo a todos a verlo y explorarlo!
Fotos: Janne-Pekka Manninen

Circus artist Hanna Moisala. Photograph: Janne-Pekka Manninen.